Describir el lado positivo de la vida, interpretando a tu favor los acontecimientos, incluso los más dramáticos, es uno de los secretos que genera actitudes que nos mantienen saludables y ganadores. Hay una leyenda india que ilustra muy bien este tema:
"Un joven adiestraba su caballo cuando éste huyó.
- ¡Qué mala suerte! - dijeron los vecinos.
- Tal vez... - respondió el padre.
Entretanto, el caballo regresó trayendo consigo otros tres caballos salvajes.
- ¡Qué buena suerte! - exclamaron los vecinos.
- Tal vez... - respondió el padre.
Al intentar domar uno de los caballos salvajes, el joven se rompió una pierna.
- ¡Qué mala suerte! - dijeron los vecinos.
- Tal vez... - intervino el padre.
Llegó el tiempo de la guerra y todos los jóvenes de la región fueron enlistados para ir al frente de batalla, menos el que tenía la pierna rota.
- ¡Qué buena suerte! - gritaron los vecinos.
- Tal vez... - dijo el padre."
¿Podemos comprender que tener "mala suerte" o "buena suerte" es mera cuestión de interpretación? ¿Con cuáles ojos ves los hechos? ¿Cómo los sientes? Si la vida está hecha de elecciones, tú eliges cómo quieres ver lo que sucede. La luz de tu corazón resplandece de tal forma que no hay tinieblas que le pongan resistencia. Ella todo lo atraviesa, todo lo aclara, todo lo disipa.
Nuestro mundo cambiará si estamos conscientes que una nueva actitud ante la vida nos hace capaces de ver lo que los ojos de la mayoría no ven. Todo en la vida es "tal vez" y tú puedes escoger. Infortunio o suerte es cuestión de elección, de creencia, de expectativa.
"Un joven adiestraba su caballo cuando éste huyó.
- ¡Qué mala suerte! - dijeron los vecinos.
- Tal vez... - respondió el padre.
Entretanto, el caballo regresó trayendo consigo otros tres caballos salvajes.
- ¡Qué buena suerte! - exclamaron los vecinos.
- Tal vez... - respondió el padre.
Al intentar domar uno de los caballos salvajes, el joven se rompió una pierna.
- ¡Qué mala suerte! - dijeron los vecinos.
- Tal vez... - intervino el padre.
Llegó el tiempo de la guerra y todos los jóvenes de la región fueron enlistados para ir al frente de batalla, menos el que tenía la pierna rota.
- ¡Qué buena suerte! - gritaron los vecinos.
- Tal vez... - dijo el padre."
¿Podemos comprender que tener "mala suerte" o "buena suerte" es mera cuestión de interpretación? ¿Con cuáles ojos ves los hechos? ¿Cómo los sientes? Si la vida está hecha de elecciones, tú eliges cómo quieres ver lo que sucede. La luz de tu corazón resplandece de tal forma que no hay tinieblas que le pongan resistencia. Ella todo lo atraviesa, todo lo aclara, todo lo disipa.
Nuestro mundo cambiará si estamos conscientes que una nueva actitud ante la vida nos hace capaces de ver lo que los ojos de la mayoría no ven. Todo en la vida es "tal vez" y tú puedes escoger. Infortunio o suerte es cuestión de elección, de creencia, de expectativa.
¡Eres tú quien decide de qué lado quieres estar! ¡Decídete!
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