Este tercer Domingo de Pascua el evangelio de Juan nos presenta a un Jesús Vivo en medio de sus discípulos, tras los acontecimientos celebrados en el Triduo Pascual. Jesús no sólo se aparece a sus discípulos para "saludarles" o para "charlar" sino para hacerles ver que SÓLO CON ÉL LA PESCA ES POSIBLE y para INVITARLES AL SEGUIMIENTO.... Por eso, esta semana, queremos que la misma Palabra (Juan 21,1-19) sirva de reflexión y oración. Te proponemos las siguientes ideas.
Para trabajar:
1. Leer el texto de Juan 21,1-19 de forma personal y/o grupal y ver qué despierta el texto en cada uno de los participantes.
2. Sabiendo que no es fácil reconocer al Señor en las situaciones de dolor, de confusión y de duda que encontramos a lo largo de la vida. ¿Qué te ha ayudado a reconocer la acción de Dios en los momentos difíciles que has vivido? ¿Qué ayuda recibiste, de parte de personas y de la misma comunidad cristiana?
3. La comunidad es uno de los lugares donde encontramos al resucitado. ¿Qué signos de vida están presentes en tu comunidad cristiana? ¿Qué signos de vida descubres en tu barrio, en tu pueblo, en la sociedad?
4. El fruto de la reflexión puede ser puesto en común.
Tomado de: ¡Preparemos la Fiesta! Pascua y Pentecostés. Equipo Paulinas.
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