El sabio campesino...
En una pequeña finca, vivía un sabio campesino con su familia... Realmente era una familia muy apreciada y él, un hombre muy respetado. En cada una de las cuatro esquinas de su propiedad se observaban cuatro frondosos árboles. Todos los días, al amanecer, veían al campesino darse una ronda y acercarse a tocar los cuatro árboles...
Cuando sintió que se acercaba el final de sus días, llamó a su esposa, a sus hijos, a sus nietos y les dijo:
– En nuestra finca pueden usar para la leña todos los árboles y arbustos, pero aquellos cuatro árboles serán respetados por siempre.
El árbol del Norte se llama Oración, siempre busca la voluntad de Dios Padre, bajo la luz de su Palabra. El árbol del Sur se llama Diálogo, siempre busca el bien común y la participación. El árbol del Occidente se llama Solidaridad, siempre busca servir a los más débiles y dar de lo mejor de cada uno. El árbol del Oriente se llama Alegría, siempre brota de celebrar juntos la Fe.
La quebrada de agua que los alimenta se llama Perseverancia; de ustedes depende que estos cinco tesoros adornen nuestra tierra. Pero si destruyen alguno de ellos, no sigan llamando a nuestra parcela: ¡Campo de la Familia de Dios!
Fuente: Vitaminas diarias para el Espíritu. Humberto A. Agudelo C. Editorial Paulinas
este cuento si enseña valores
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