

Es por eso, que podemos considerar cada domingo de Adviento como una jornada de síntesis de lo vivido en la semana apenas concluida, y de proyección en el camino hacia la Navidad. Describiendo de una manera pedagógica el camino que nos lleva hacia Belén:

El primer domingo centra su atención sobre la Parusía, es decir: la venida definitiva del Señor, al final de los tiempos.
El segundo y tercer domingo presentan la figura del Precursor, Juan el Bautista y, con él, la urgencia de preparar el camino del Señor, con las consecuencias que trae tal resolución para la vida de los creyentes.
El cuarto domingo destaca a María, Mujer del Adviento: modelo de espera, imagen de los creyentes y figura de la Iglesia.
Fuente: Preparemos la fiesta. Adviento y Navidad. Editorial Paulinas.
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