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Mostrando las entradas de febrero, 2011

Hemos llegado al término de nuestro camino intercapitular

Hemos llegado al término de nuestro camino intercapitular, donde hemos sentido viva entre nosotras la presencia de Maestra Tecla, no sólo por haber celebrado el aniversario de su muerte y el de su nacimiento, sino porque ella es para nosotras modelo por excelencia de vida, de pasión apostólica y de estilo de gobierno. Hemos vivido intensa y creativamente cada etapa del camino intercapitular con jornadas bellas e intensas, que nos han visto dedicadas a la reflexión, oración y condivisión; jornadas de atenta escucha y comprensión recíproca, de sencillez, comunión y unidad en la diversidad, en la que se ha percibido un camino de congregación con mayor integración y armonía entre nosotras que nos llevan hacia la realización más plena del signo de la Primera Maestra: ser un solo corazón y un alma sola. Desde lo más profundo del corazón brota un sincero y solemne magnificat por la presencia del Señor que nos ha sostenido en la fatiga, nos ha iluminado con su Palabra, conduciéndonos a conso

Tras los pasos de San Francisco

Es siempre sugestivo caminar por las calles de Asís y recorrer los pasos de la vida de Francisco, santo muy amado y de gran actualidad, por haber vivido el Evangelio con sencillez, radicalidad y "sin descuentos". Sigue siendo muy significativo ir a Asís en ocasión de un Intercapítulo. De hecho, en la Porciúncula, lugar de su vida y de su muerte, san Francisco reunía cada año a sus hermanos menores en los Capítulos para discutir la Regla y para encenderlos de nuevo fervor. Por tanto, muy acertada la elección de las hermanas del gobierno general de llevarnos a la ciudad del Pobre de Asís, donde hemos vivido una jornada de intensa espiritualidad y de fraternidad, y también como tiempo necesario para tomar distancia de nuestros trabajos. Además, como nos ha recordado el Padre Luigi Marioli, conventual, en la homilía de la Celebración eucarística a los pies de la tumba de san Francisco, se notan semejanzas significativas entre el santo de Asís y San Pablo: la identificación con Cr

El gran corazón de Maestra Tecla

Testimonio de Sor Assunta Cocchiara, Abadesa del Monasterio de Santa Escolástica de Cassino En febrero de 1944 – cuenta la entonces Madre Presidente de las Benedictinas – Cassino fue destruida. La misma noche le tocó a Montecassino y a nuestro Monasterio. No habían más esperanzas de regreso. Después de las varias peripecias ocurridas durante el viaje, a las nueve de la noche llegamos a la basílica de San Pablo, cansadas y hambrientas. El Abad Vannucci, al escuchar nuestras aventuras quedó un poco perplejo; después nos encaminó a la colina Volpi, donde las Hijas de San Pablo tenían la Casa generalizia. Fuimos acogidas con suma benevolencia; nos dieron algo de comer y después fuimos alojadas, en una gran habitación. M. Tecla leyó en nuestros rostros el íntimo dolor del corazón y con su habitual jovialidad y maternidad nos aseguró diciendo:- No teman, hijas, nuestra casa no es nuestra, sino de Dios y por esto es también de ustedes. Ninguno nunca les dirá que se vayan. Ni yo permitiré que