Padre santo, en tu Hijo Jesús nos has dado la prueba suprema del amor.
Él es tu mejor don para nosotros. En él nos has dado nuestro salvador, nuestro hermano y compañero, nuestra fuerza y alegría, nuestro pan y nuestra bebida.
Que confiemos en ti y en nuestros hermanos y haznos, a ejemplo de Jesús, compañeros, fuerza, alegría y alimento para los demás.
Perdona nuestras debilidades y purifícanos de nuestras mediocridades, en virtud de su entrega en cruz y de su vida resucitada. Amén.
Él es tu mejor don para nosotros. En él nos has dado nuestro salvador, nuestro hermano y compañero, nuestra fuerza y alegría, nuestro pan y nuestra bebida.
Que confiemos en ti y en nuestros hermanos y haznos, a ejemplo de Jesús, compañeros, fuerza, alegría y alimento para los demás.
Perdona nuestras debilidades y purifícanos de nuestras mediocridades, en virtud de su entrega en cruz y de su vida resucitada. Amén.
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