En Camino hacia la Pascua...
Ambientación: Cuadro de Jesús que lava los pies a Pedro y lo necesario para la exposición del santísimo. CDS música instrumental.
Guía: La forma de vida de Jesús fue de Amor; Amor al Padre y a cada persona hecha a imagen de Dios. Jesús Maestro nos invita al servicio amoroso.
Canto para la exposición de Jesús Eucaristía
Dediquémosle unos momentos de silencio en adoración al Maestro…
Adorar a Jesús Verdad
Pidamos al Espíritu Santo que encienda nuestro corazones con la calidez del amor, a fin de que podamos ver de una nueva manera y su calor funda nuestra resistencia a su invitación de servir, no solo a través de nuestro apostolado, sino y más allá, en las pequeñas cosas, gestos y detalles de lo cotidiano…
Al frente tenemos un hermoso cuadro, de Jesús lavando los pies a Pedro. Jesús está doblado, casi agachado sobre el piso, y su rostro está escondido. Pedro está recostado sobre Jesús, colocando familiarmente una mano en el hombro de Jesús. Pero la otra mano de Pedro esta con la palma hacia fuera, como si empujara a Jesús con desaliento. ¿Se sintió Pedro indigno de este gesto amoroso de Jesús? Quizás Pedro sintió la misma indignidad que a veces sentimos cuando nos damos cuanta que somos amad@s incondicionalmente.
¿Qué habrías hecho o sentido en el lugar de Pedro? Jesús nos ama con la misma intensidad y demostró este amor, no lavándonos los pies, sino muriendo y resucitando por cada una de nosotras.
(Espacio para la reflexión personal y luego se puede invitar a un breve compartir. Música instrumental de fondo)
Seguir a Jesús Camino.
Jesús dijo, “les he dado el ejemplo, para que también ustedes hagan como yo he hecho con ustedes” (Jn 13,15) El ejemplo de servicio amoroso de Jesús nos reta a todas nosotras a mirar nuestras propias vidas y a evaluar nuestro amor a la luz del suyo. Somos las manos y los pies de Jesús para servir a los necesitados en nuestro propio tiempo. Jesús quiere obrar a través de cada una de nosotr@s.
El cuadro que observamos tiene unos detalles de implicaciones profundas. Aunque el rostro de Jesús no puede verse directamente, su reflejo puede ser visto en el agua de la jofaina a los pies de Pedro. Quizás su autor trató de compartir una percepción: es en el servicio a los demás donde descubrimos el rostro de Cristo.
Hagamos una pausa para pensar sobre la manera como estamos sirviendo a nuestros herman@s, amigos, a las personas, a la comunidad donde vivimos... en la vida diaria, en nuestro ser cristiano y como estamos respondiendo a ese llamado… Pídamos perdón al Señor...
Por las veces en que hemos sido impacientes,
Por las veces en que he sido insensible,
Por las veces en que he obrado con envidia,
Señor ten piedad… ( cantado o rezado)
Por mi orgullo,
Por las veces que he obrado llevada por mi egoísmo,
Por responder con rabia a los demás,
Cristo ten piedad…
Por las veces en que he abandonado a los demás,
Por mi falta de fe y esperanza,
Por poner limites a tu amor en mí, y a mi amor por los demás,
Señor ten piedad…
Compartir la vida de Jesús.
El último mandamiento de Jesús es amarnos los unos a los otros como el nos ha amado. Pidamos al Maestro Divino permanecer en El, para ser testimonios vivos y alegres de su amor en nosotras; que su vida siempre llene nuestra vida, “para comportarnos siempre como corresponde a la vocación a la que hemos sido llamad@s, con humildad, amabilidad y paciencia…” Confiándonos al Padre, por Cristo Jesús, en este tiempo de cuaresma, en especial preparándonos hacia la pascua, para que derramando el Señor sus dones sobre nosotr@s acojamos siempre su voluntad.
canto de despedida.
visita: www.vocacionalpaulinasven.blogspot.com
Ambientación: Cuadro de Jesús que lava los pies a Pedro y lo necesario para la exposición del santísimo. CDS música instrumental.
Guía: La forma de vida de Jesús fue de Amor; Amor al Padre y a cada persona hecha a imagen de Dios. Jesús Maestro nos invita al servicio amoroso.
Canto para la exposición de Jesús Eucaristía
Dediquémosle unos momentos de silencio en adoración al Maestro…
Adorar a Jesús Verdad
Pidamos al Espíritu Santo que encienda nuestro corazones con la calidez del amor, a fin de que podamos ver de una nueva manera y su calor funda nuestra resistencia a su invitación de servir, no solo a través de nuestro apostolado, sino y más allá, en las pequeñas cosas, gestos y detalles de lo cotidiano…
Al frente tenemos un hermoso cuadro, de Jesús lavando los pies a Pedro. Jesús está doblado, casi agachado sobre el piso, y su rostro está escondido. Pedro está recostado sobre Jesús, colocando familiarmente una mano en el hombro de Jesús. Pero la otra mano de Pedro esta con la palma hacia fuera, como si empujara a Jesús con desaliento. ¿Se sintió Pedro indigno de este gesto amoroso de Jesús? Quizás Pedro sintió la misma indignidad que a veces sentimos cuando nos damos cuanta que somos amad@s incondicionalmente.
¿Qué habrías hecho o sentido en el lugar de Pedro? Jesús nos ama con la misma intensidad y demostró este amor, no lavándonos los pies, sino muriendo y resucitando por cada una de nosotras.
(Espacio para la reflexión personal y luego se puede invitar a un breve compartir. Música instrumental de fondo)
Seguir a Jesús Camino.
Jesús dijo, “les he dado el ejemplo, para que también ustedes hagan como yo he hecho con ustedes” (Jn 13,15) El ejemplo de servicio amoroso de Jesús nos reta a todas nosotras a mirar nuestras propias vidas y a evaluar nuestro amor a la luz del suyo. Somos las manos y los pies de Jesús para servir a los necesitados en nuestro propio tiempo. Jesús quiere obrar a través de cada una de nosotr@s.
El cuadro que observamos tiene unos detalles de implicaciones profundas. Aunque el rostro de Jesús no puede verse directamente, su reflejo puede ser visto en el agua de la jofaina a los pies de Pedro. Quizás su autor trató de compartir una percepción: es en el servicio a los demás donde descubrimos el rostro de Cristo.
Hagamos una pausa para pensar sobre la manera como estamos sirviendo a nuestros herman@s, amigos, a las personas, a la comunidad donde vivimos... en la vida diaria, en nuestro ser cristiano y como estamos respondiendo a ese llamado… Pídamos perdón al Señor...
Por las veces en que hemos sido impacientes,
Por las veces en que he sido insensible,
Por las veces en que he obrado con envidia,
Señor ten piedad… ( cantado o rezado)
Por mi orgullo,
Por las veces que he obrado llevada por mi egoísmo,
Por responder con rabia a los demás,
Cristo ten piedad…
Por las veces en que he abandonado a los demás,
Por mi falta de fe y esperanza,
Por poner limites a tu amor en mí, y a mi amor por los demás,
Señor ten piedad…
Compartir la vida de Jesús.
El último mandamiento de Jesús es amarnos los unos a los otros como el nos ha amado. Pidamos al Maestro Divino permanecer en El, para ser testimonios vivos y alegres de su amor en nosotras; que su vida siempre llene nuestra vida, “para comportarnos siempre como corresponde a la vocación a la que hemos sido llamad@s, con humildad, amabilidad y paciencia…” Confiándonos al Padre, por Cristo Jesús, en este tiempo de cuaresma, en especial preparándonos hacia la pascua, para que derramando el Señor sus dones sobre nosotr@s acojamos siempre su voluntad.
canto de despedida.
visita: www.vocacionalpaulinasven.blogspot.com
Esta genial! Esta reflexión del principito me hace revisas en mi, lo que debo cortar, antes de que sea tarde. Gracias por este Blog, muy bueno
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