Así como en el Tiempo de preparación para la Pascua, la Cuaresma, hablamos del Vía Crucis bíblico, promulgado por el Papa Juan Pablo II, en el Tiempo de Pascua, tiempo de plenitud y de realización, hablamos y celebramos el Camino de la Luz: No ya meditar y actualizar los misterios que ya pasaron, sino celebrar la realidad de la Persona de Jesús tal como ahora está: resucitado corporalmente y repleto de luz, gloria y esplendor, tal cual estaremos nosotros con nuestros propios cuerpos transfigurados al final de los tiempos. Para ello nada más hermoso y gratificante que recrear las escenas bíblicas de Jesús Resucitado, no ya en estaciones dolorosas, sino en estaciones luminosas, gloriosas, transfigurantes. Así como el “Vía Crucis” se celebra popular y devocionalmente los viernes, y tal vez los martes (días de misterios “dolorosos”), el “Vía Lucis” es propio del Domingo (del lat. “Dominicus”, día del Señor –“Domine”-), día en que resucitó Jesús al amanecer, y también el miércoles, en que
Para Jóvenes de 8 a 100 años....